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Desde que se acuñó el concepto BDSM en abril de 1991, se popularizó por todo el mundo, dándonos a entender que existe mucha diversidad de prácticas sadomasoquistas, y que no solo la flagelación, ataduras o juguetes sexuales son parte de ellas.

El BDSM es la sigla para un conjunto de prácticas y disciplinas que te llevan a un mundo nuevo de experiencias. Las siglas significan B de bondage o esclavitud, D de disciplina y dominación, S de sadismo y sumisión y M de masoquismo. Cada parte de este conjunto sexual te llevará a descubrir y experimentar nuevas sensaciones, las que te abrirán el camino hacia el placer.

Muchas veces se confunde el BDSM con prácticas dolorosas y de castigo, pero realmente es muchísimo más que eso. El erotismo, el deseo y el juego de roles también son parte de esta disciplina, y nos muestran que ser suaves y delicados no queda ni cerca de estar fuera de este mundo.

Si ya no aguantas las ganas de saber más, aquí te dejo 4 datos que no concias del BDSM. 1. Según David J. Ley, reconocido terapeuta sexual y psicólogo clínico, el BDSM “abarca un conjunto de seis modalidades eróticas relacionadas entre sí y vinculadas a lo que se denomina sexualidades alternativas”. Por lo tanto, es importante darnos cuenta de que el sexo no es únicamente lo que vemos en el porno o lo que hablamos con nuestros amigos, hay un universo de posibilidades para explorar y experimentar. Nada nos detiene a descubrir nuestra sexualidad, somos seres libres y debemos dejar de limitarnos por miedo o prejuicios.

  1. Safe, sane and consensual: este concepto hace referencia a que la práctica de esta disciplina debe ser segura, sana y consensuada, y es básico para comprenderla de mejor manera. No es llegar y empezar a darse cachetadas y amarrarse así sin nada más, es más bien tener una conversación honesta, clara y transparente con tu pareja respecto de lo que se desea para el encuentro sexual. Por lo tanto, la comunicación es fundamental para tener claro los roles y el juego que se creará en torno a la experiencia. Ahora solo les queda elegir a que jugarán.
  2. ! Arroz con pollo! o !stop! Cualquiera que elijas puede ser la “palabra de seguridad” Esta existe para el momento en que una de las partes quiere detener lo que se está realizando en ese momento, por dolor, incomodidad, ganas de orinar, o cualquier otra razón. Lo importante es tenerla bien clara y definida entre todos los participantes (que me acabo de acordar que pueden ser más de dos). No tengas miedo de experimentar y cumple esa fantasía sexual que existe dentro de ti.
  3. Juego de roles: aunque existen miles de tipos de juegos de roles en el BDSM, todos inician de la base de la dominación y la sumisión. Sin un sumiso ni un dominante no sería el complemento perfecto, ya que la idea es poder interpretar estos roles según los gustos de cada individuo. Existen parejas que siempre mantienen su rol, y otras que se van intercambiando para experimentar tanto la sumisión como la dominación, todo es parte del juego.

Dominante: La persona de la pareja que asume este rol se mantiene intenso y disfruta tomando la iniciativa. Es quien se mantiene activo durante la fantasía que se crea. El placer lo obtiene de dar órdenes, dirigir, controlar y llevar el juego.

Sumisión: El rol de sumisión lo asume quien sienta placer por ser sometido. En muchas conversaciones con amigas muy empoderadas, hay algunas a las que les encanta este rol sumiso en la cama, ya que en el resto de los ámbitos de sus vidas deben siempre tener el control, y cederlo en el ámbito sexual es muy placentero y excitante.

En gustos no hay nada escrito y todos somos seres sexuales, libres y con preferencias diversas, es momento de abrir mentes y agujeros, con libros, juguetes sexuales y curiosidad. No olvides que siempre es bueno experimentar desde el autoconocimiento y la comunicación. Si te gustó compártelo con tus amigos, con amor



SexoloGabi.

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