La meditación orgásmica es una técnica que lleva a las parejas a disfrutar su sexualidad, de una forma diferente a lo común, y complementando todo aquello que conlleva tener una vida sexual plena. No es que te sientes en posición del indio a meditar y de pronto te llegue un orgasmo cósmico o una eyaculación repentina (ojo, lo del orgasmo cósmico si puede pasar), sino más bien, es una práctica que conlleva tiempo, dedicación y por sobre todo, confianza.

Slow sex se le denomina a la práctica sexual “sin prisas”, pensando en que el momento íntimo puede alargarse todo lo que quieras, sin urgencias ni apuro por la penetración. Es como salir a un lugar desconocido, sin expectativas, dejando que el momento fluya con toda la calma posible y solo disfrutando el momento.

Muchas veces se ve al sexo como una receta de cocina, que empieza con unos besos, algunas caricias, y termina con la eyaculación masculina. Pero es muy grato para mí mencionar, que el sexo es mucho más de lo que vemos en la industria del porno, y es momento de mostrarles un poco más sobre esto.

Por más de 10 años, la instructora sexual estadounidense Nicole Daedone, ha liderado el movimiento del slow sex, con el principal objetivo de exaltar el arte y el oficio del orgasmo femenino. Nos muestra, como a través de la meditación orgásmica puedes estableces una conexión más íntima contigo misma y con tu pareja.

Durante la meditación orgásmica o MO, podrás experimentar sensaciones más intensas, mejores encuentros y un interés renovado en el sexo. No es mentira que muchas parejas refieren haber mejorado exponencialmente su vida sexual y sus ganas de tener sexo. Entonces, ¿Qué es la meditación orgásmica y que la hace tan especial? Para empezar, la meditación orgásmica (MO) es una técnica sencilla, pero que trae cambios profundos en nuestra sexualidad. Esta técnica implica que el hombre o pareja que tengas, acaricie tu clítoris por 15 minutos. ¡Sí! Es acariciar el clítoris, tan simple como eso. Pero trae consigo una sensación de conexión, sensualidad, nutrición y completitud. Es simplemente una de las experiencias más deliciosas que se pueda tener.

Muchos se preguntarán, pero, en qué me beneficia a mí estar acariciando el clítoris de mi pareja por 15 minutos, ¿Qué recibo yo? Esta es una pregunta que le hacen constantemente a la instructora sexual Nicole Daedone, y en su libro “slow sex”, describe que una de las razones para realizar MO es poder permitirles a los hombres que exploren el territorio del orgasmo de una forma nueva. A medida que el hombre entra más en sintonía con el cuerpo de su pareja, comienza a experimentar muchas sensaciones nuevas dentro de sí mismo.

Una vez que desnudamos el sexo y realmente prestamos atención a nuestras sensaciones, descubrimos que somos capaces de sentir el orgasmo que alguien más está teniendo. El ejercicio de la MO en sí es bastante simple, pero tiene sus partes fundamentales, como por ejemplo; se necesita un lugar cómodo y privado (armar un “nido de amor”), cronometrar los 15 minutos y el hombre o persona que da la caricia está completamente vestido. La mujer solo se desnuda de la cintura para abajo y la caricia se hace con lubricante en el lado izquierdo del clítoris.

Antes de iniciar con la caricia, quien la esté dando debe observar la vulva y verbalizar lo que ve. Este es un momento clave para descongelar el miedo, la vergüenza y los prejuicios en la pareja, para dar paso a una caricia que los hará estremecer hasta los huesos y tocará sus espíritus.

Ejercicio: Cómo acariciar a una mujer

  1. Después de acomodar el nido, y estar en posición para la MO, aplícate lubricante en el dedo índice izquierdo y hazle saber a tu pareja que estás por hacer contacto.
  2. Utilizando ese mismo dedo, acaricia hacia arriba desde el introito vaginal hacia el capuchón del clítoris y retráelo para que se asome y lo lubriques.
  3. Corre hacia atrás el capuchón y coloca tu dedo índice izquierdo en el cuadrante superior izquierdo de su clítoris. Pídele a tu pareja que te haga saber cuando des en el punto si es que eso ayuda.
  4. Acaricia el clítoris de arriba hacia abajo, con la punta del dedo índice
  5. Cuando sus mentes comiencen a divagar, solo regresen de nuevo a la sensación del dedo y del clítoris, todo lo demás se desarrolla de una forma natural a partir de ahí.

Debo destacar algo muy importante, y que llamo mucho mi atención cuando leí el libro “slow sex” de Nicole Daedone. Se trata sobre los dos últimos minutos de la meditación orgásmica, en donde el que acaricia, debe afianzar a su pareja, para impedir que se disparen sus terminaciones nerviosas y aliviando el área genital de la congestión. Lo más relevante, es que deja a la pareja con un sentimiento de conclusión, a medida que vuelven a su vida cotidiana. Por lo tanto, la MO, no es solamente una técnica, sino que involucra las sensaciones y vulnerabilidades de cada participante, mostrándonos tal cual somos ante el otro, como seres sexuales, eróticos y abiertos al placer.

Debo recordar que este artículo es únicamente una pincelada de slow sex y meditación orgásmica, así que por favor no se pongan a inventar sin investigar primero (consejo de enfermera). Siempre pueden consultarme.

Realizar técnicas que colaboren con nuestro disfrute sexual, colabora a tener una vida más feliz y plena, mejorando nuestras relaciones de pareja y entorno social. ¡Que estás esperando para empezar a disfrutar de tu sexualidad! Con responsabilidad obvia. Si te gustó mi artículo compártelo con tus amigues, dale like y comenta en mis redes sociales.

Con amor

SexoloGabi.

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